Mausoleo de Lenin
En el famoso sepulcro se conserva la tumba de Lenin, cuyo cuerpo está expuesto en un sarcófago. El acceso es gratuito y las horas de visita son de 10 a 13 los martes, miércoles, jueves y sábados, aunque lo cierto es que con frecuencia está cerrado por motivos de preservación.
En un principio, en este lugar se encontraba un mausoleo temporal de madera para la despedida del líder del proletariado antes del entierro que, al final, no tuvo lugar. El gobierno soviético se basó en motivos varios para perpetuar la presencia del fundador del nuevo país. Para el año 1930 el mausoleo de madera se sustituyó con un nuevo edificio sólido que sigue en pie a día de hoy.
El autor de la edificación fue Alekséi Schúsev, un arquitecto poco ordinario también autor de numerosas construcciones de Moscú. En cuanto a su estilo, el mausoleo de Lenin se atribuye al vanguardismo y al art déco. Al mismo tiempo, a pesar de su atrevida arquitectura, el mausoleo se considera una continuación de los milenios de tradición en la construcción de sepulcros a los zares y faraones. A veces es posible toparse con valoraciones bastante extrañas sobre el mausoleo, que lo califican como una construcción «horrible» que desfigura la plaza Roja. Este juicio tan subjetivo es complicado tanto de aceptar como de rechazar, al igual que ocurre con la cuestión sobre la legitimidad de la adoración al cuerpo de Lenin que profesan los comunistas ateos auténticos. Aun así, es más que evidente que, por sus características artísticas, el mausoleo de Lenin es un claro ejemplo de la arquitectura ritual del siglo XX, lo cual se ha corroborado por la sociedad de arquitectos de todo el mundo. Schúsev erigió un edificio lacónico y monumental basándose en una tradición milenaria, al tiempo que hacía gala de tendencias arquitectónicas vanguardistas de la época. El arquitecto no quebrantó el contexto que rodea la principal plaza de Moscú y supo hacer al Mausoleo partícipe del mismo: de los muros y las torres del Kremlin, del panorama de la plaza y también de la catedral de San Basilio. Actualmente el Mausoleo está listado por la UNESCO como parte del conjunto de la plaza Roja.
El sepulcro se ha convertido al mismo tiempo en la tribuna más importante del país. A ella los líderes de la Rusia Soviética ascendían para pronunciar sus discursos y anunciar los desfiles, y lo hacían, desde finales de los 70, por las escaleras mecánicas ubicadas en la parte trasera (debido a las enfermedades que sufrían los mandatarios de la URSS).
Durante un corto período de tiempo, junto a la inscripción «Lenin» yació la de «Stalin», sumando un total de dos líderes en el mismo mausoleo. Sin embargo, debido a la campaña de Jruschov para desenmascarar el culto a la personalidad de Stalin, este último fue extraído del lugar en 1961 y enterrado aquí mismo, junto al muro del Kremlin.
A día de hoy en el país se sigue discutiendo la cuestión del enterramiento de Lenin, pero no se ha alcanzado consenso.
Nosotros no consideramos la visita al interior del mausoleo algo imprescindible para nuestros huéspedes, si bien haremos lo posible por realizarla en caso de estar interesados, a pesar del complicado horario de visita del mausoleo (de 10 a 13, cuatro veces a la semana) y de los continuos cierres inesperados que sufre el mismo.
La entrada al mausoleo es gratuita.